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Entrevista: De los datos a la acción: Cómo la IA optimiza el consumo de energía en los edificios

Los edificios y las propiedades representan una proporción significativa del consumo total de energía, y gran parte de ella se desperdicia. A medida que las crisis climática y energética presionan sobre los costes de explotación, tenemos que replantearnos cómo utilizamos los datos para tomar decisiones sobre el funcionamiento de los edificios. No basándonos en corazonadas, sino en hechos.

Las decisiones basadas en datos y hechos han sido un área de interés en muchas industrias durante varios años, y cada vez más en la gestión de edificios. Pero aunque a primera vista su aplicación pueda parecer compleja, el mensaje general es relativamente sencillo:

Los datos de los edificios, poco utilizados hasta ahora, tienen la llave del futuro, y cuando la IA orquesta la interacción entre sistemas y actores, la información se transforma en ahorro. Un escenario en el que todos ganan, tanto en términos económicos como medioambientales.

Mientras que antes la optimización energética se basaba en lecturas manuales, estimaciones y ajustes estándar, ahora la IA permite realizar análisis continuos y ajustes automáticos. Al conectar fuentes de datos de sistemas técnicos existentes, como contadores de electricidad, sistemas de calefacción y ventilación, datos meteorológicos y horarios de apertura, la IA puede identificar patrones, desviaciones y derroches de energía que los humanos pasan por alto y responder en tiempo real.

Cuando los datos se hacen visibles y utilizables, los residuos se convierten en algo más que un problema técnico: se vuelven reales y económicos.
Malte Frederiksen, Ento

Según Malte Frederiksen, cofundador de la empresa tecnológica danesa Ento.ai, el potencial es enorme: "El núcleo de nuestra solución es una plataforma energética basada en IA que identifica el derroche de energía y las oportunidades de optimización sin necesidad de nuevo hardware. Por ejemplo, hemos visto que los sistemas de ventilación son uno de los principales culpables: se desperdicia una enorme cantidad de energía ventilando más allá de las necesidades reales".

Otro ejemplo concreto procede de un análisis de 80 sucursales bancarias, en las que hasta el 20% del consumo eléctrico se producía por la noche, sin ninguna justificación operativa. Cuando estos patrones se hacen visibles, resulta más fácil tomar decisiones que realmente reduzcan el consumo, sin comprometer el confort ni el rendimiento del edificio.

La industria empieza a cambiar

Las soluciones basadas en IA están ganando terreno, no solo entre las empresas tecnológicas, sino también entre los propietarios y las organizaciones de gestión de instalaciones que reconocen las ventajas de un enfoque más basado en los datos.

Cada vez se invierte más en operaciones digitales y gestión automatizada. Cada vez se invierte más en gestión digital y control automatizado. Y tanto los proveedores de tecnología como los entornos de investigación están trabajando para optimizar el rendimiento y garantizar una mejor información ESG.

En resumen, ya no se trata sólo de reducir los kilovatios hora, sino de crear valor a largo plazo. Mientras que antes los informes ASG se centraban en las intenciones y las políticas, ahora la IA permite medir el impacto real. Y cuando el efecto puede documentarse con datos válidos, generalmente aumenta tanto la credibilidad como la capacidad de priorizar correctamente.

Pero aunque la tecnología para la optimización energética está disponible y ya se utiliza en muchos lugares, hay margen de mejora. Muchos edificios disponen de los sistemas técnicos necesarios, pero aún no hemos visto que los datos disponibles se utilicen activamente. Hay que conectar los sistemas y no tomar decisiones sin tener una visión completa.

No necesitamos más tecnología, sino un mejor uso de la que ya tenemos. Cuando los datos se hacen visibles y utilizables, el despilfarro se convierte en algo más que un problema técnico: pasa a ser real y económico", afirma Malte Frederiksen, de Ento.ai.

Anders Holm Jørgensen, fundador de la empresa tecnológica proprty.ai, está de acuerdo: "Los propietarios de edificios están ahogados en información, pero rara vez traducen datos válidos y actualizados en acciones. Con proprty.ai, utilizamos la IA para recopilar conocimientos sobre el estado, las necesidades de mantenimiento y el consumo de energía en una única base de datos. Esto proporciona a las operaciones una base basada en hechos para tomar decisiones y crea menos residuos, propiedades más saludables y una reducción documentada del CO₂, desde edificios individuales hasta carteras enteras."

De los proyectos piloto a la nueva normalidad

Aunque la tecnología está disponible, dista mucho de estar plenamente implantada. Muchos edificios siguen teniendo sistemas que no se comunican entre sí o datos que no se utilizan activamente. Por tanto, el siguiente paso para el sector de la construcción y el inmobiliario será convertir las operaciones basadas en IA en la norma y no en la excepción.

Para ello es necesaria la colaboración entre propietarios, organizaciones de gestión de instalaciones, consultores y empresas tecnológicas. Pero los beneficios -en forma de menor consumo de energía, mejor clima interior, mejor toma de decisiones y sostenibilidad documentada- son demasiado grandes para ignorarlos. La IA no es una solución mágica, sino una herramienta que, bien utilizada, puede cambiar nuestra forma de entender y gestionar los edificios.

El artículo se publicó originalmente en businessinsights.dk

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