Cuando los gestores energéticos de un minorista se dieron cuenta de que el sistema de ventilación de una de sus tiendas funcionaba continuamente a pleno rendimiento, tomaron medidas para garantizar que el funcionamiento del sistema se ajustara a los patrones de ocupación reales.

Así, la velocidad del ventilador se redujo al 60% durante las horas desocupadas (00-07 y 19-00) y se ajustó al 80% durante los periodos ocupados.

Con este sencillo cambio operativo, el minorista consiguió un ahorro energético anualizado de 17 MWh y una reducción de costes de 24.000 DKK.